El Grupo de Cine Insurgente surge como grupo de producción, distribución y reflexión en torno al fenómeno audiovisual.
- Creemos que la concentración monopólico y la sujeción de la economía latinoamericana a los intereses del imperialismo y la banca internacional tienen su expresión en el ámbito de la producción del discurso audiovisual.
Este fenómeno no solo se verifica en el surgimiento de los llamados multimedios sino en el carácter unidireccional de los mensajes audiovisuales cada vez más enfocados en su expresión publicitaria y su eficacia política.
Reproducir sujetos de mercado, tamizar, fragmentar y diluir las reacciones de aquellos que quedan afuera del mismo y lógicamente se ven empujados a la lucha parece ser el papel del aparato audiovisual. - Llevar un mensaje “tranquilizador” convertir a la TV en un chaleco de fuerza electrónica para aquietar cualquier forma de locura.
Esta omnipresencia de la tele con sus cientos de canales de cable ha subsumido también al mercado cinematográfico reducido a ser un apéndice de la misma. - Aquellos que estudian cine o intentan hacerlo se ven empujados a este gigantesco embudo donde solo unos pocos pasan, mientras la mayoría se amontona en el limbo de la desocupación o la falta de esperanza y de proyectos.
- Estas carencias son económicas pero fundamentalmente son existenciales. Formarse para la ficción con un sistema que “vende” una sociedad, un producto, que solo ofrece papeles de extras y ad-honorem.
- Nuestro grupo retoma experiencias grupales tales como la escuela de laUniversidad del Litoral fundada por Fernando Birri, el grupo de cine Liberación y fundamentalmente el grupo de cine de la base de Raymundo Gleyzer.
Creemos que estas experiencias interrumpidas abruptamente con la dictadura militar del 76, marcaron un camino que hay que retomar. Cuando el poder económico cierra toda posibilidad de desarrollo artístico, la única salida es ligar la experiencia productiva audiovisual a la de aquellos que enfrentan este sistema. - Poner las cámaras del lado de los que luchan y buscar entre y junto a ellos los destinatarios de estas producciones .
La imagen se ha convertido en el arma más poderosa que tiene el sistema para subjetivar e imponer su proyecto en nuestras cabezas, se trata entonces de convertirla en un arma de resistencia. - Para eso nos organizamos para producir, imponiéndonos colectivamente a la falta de medios, y crear canales de distribución alternativos que ayuden a las luchas. Nos organizamos para luchar y poner nuestra capacidad de productores audiovisuales dentro de las luchas.
En el menú de la derecha compartimos los Proyectos Pasados y Futuros.